Tres amigas conversaban y una dijo:
-¡Uy! ¿Qué les cuento? Cuando hago
el amor con Juan, le toco los testículos y se le ponen...¡calientes,
calientes, pero bien calientes!
-La otra dice: - ¡Uy! P'os a mi me pasa igual.
Cuando yo hago el amor con Pedro, le toco los testículos y también... ¡se le calientan rete harto!
-Y la tercera dice: - ¡No p'os yo ni me he fijado!
Pero esta noche, cuando haga el amor con Jaime, se los tiento y luego les platico.
-
Al otro día se juntan, y la mujer llega con un ojo morado, un brazo
enyesado, arrastrando una pata... en suma, muy pero muy madreada.
Y las amigas le preguntan:
- Pero.. ¿ Qué diablos te pasó?
- Lo que pasa es que estaba anoche haciendo el amor con Jaime, y me acordé de lo que habíamos hablado.
Así que le toqué los testículos y le dije: